Quizás se podría decir que fue un fin de semana «negro» para Cristian Dentella el de la carrera de este fin de semana en el autódromo «Oscar y Juan Galvez» de Buenos Aires. Una bandera de ese color lo obligó a ingresar definitivamente a los boxes cuando recién iban unas pocas vueltas de la final del Turismo Carretera Pista.
La desilusión mayor es porque se presentaba como muy buena esta tercera fecha. Lo fue el primer entrenamiento a pesar de una pérdida de aceite y también en parte la primera tanda de clasificación. Sin embargo, el sábado empezó a cambiar la historia. Cuando tenía todo para mejorar los tiempos del viernes, la rotura del babero no le permitió hacerlo y por lo apretada de la «clasifica» quedó más atrás de lo pensado. Para completar apenas largada la serie se cortó el cardan y allí quedó «tirado».
«La verdad andábamos muy bien, todo, el conjunto, el auto, el motor, yo ya conocía el circuito y habíamos andado bien el viernes, pero después se me complicó un poco en la segunda clasificación. Se me rompió un babero y no pude mejorar. Yo mejorando 3 décimas ya quedaba entre los 10, pero no pude. Después en la serie hice 100 metros y se me cortó el cardan. La verdad fue una tristeza grande y para colmo ni siquiera sabía si entraba en la final». Así comentó la primera parte el piloto de Chacabuco.
La historia de la final fue muy corta para él. Tuvo que largar desde el último lugar y cuando empezaban a transitar la segunda vuelta se produjo un toque con Claudio Viano que dio la sensación que fue de carrera o bien por culpas compartidas. Ambos se fueron afuera de la pista, Dentella pudo volver y el capitalino quedó allí. Un par de vueltas más tarde apareció la bandera negra con el Nº 73 en manos del auxiliar de pista.
«No tengo explicación para esto. No lo discuto, pero yo creo que él me tocó a mi; se vino arriba del auto mío. El toque fue de costado, fue pontón con pontón. Yo venía del lado de adentro en el curvón y él me deja sin radio de ingreso. Ahí nos aplaudimos, él se va para arriba y yo quedé por el medio, pero cuando vuelve nos volvemos a tocar en las gomas y nos fuimos los dos afuera. Que se yo, él se vino arriba del auto mío, yo pienso que él me tocó a mi».
Terminada la carrera de Buenos Aires el representante de Chevrolet retornó con la idea de dar vuelta la página y empezar a pensar en la próxima fecha cuando la categoría se presente por primera vez en el autódromo de Centenario en la provincia de Neuquén.
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