septiembre 22, 2009

TODAVIA NO DESPIERTA DEL SUEÑO

Después de ganar "La Carrera del Año" ante un marco impresionante en el autódromo de Buenos Aires, Juan Cruz Alvarez comienza a tomar conciencia de aquel triunfo. Emoción, un recibimiento increíble en su Arrecifes natal y una jornada que no olvidará jamás, en las propias palabras del joven piloto.

"No tengo más que palabras de felicidad", dijo Juan Cruz Alvarez tras el gran triunfo que consiguió el pasado domingo en "La Carrera del Año" disputada en el autódromo de Buenos Aires, la más importante de la temporada para el Top Race. Pero si el joven arrecifeño pensó que la alegría se terminaba allí, una vez debajo del auto tras esa competencia, se equivocó.

La felicidad continuó durante todo ese domingo de ensueños y se hizo extensivo hasta el lunes. Es que la misma noche del gran triunfo, el segundo de Juan Cruz en la categoría espectáculo, fue recibido como un héroe en su Arrecifes natal, donde compartió con sus coterráneo las mieles del triunfo.

Homenaje de parte del intendende de Arrecifes, Daniel Bolinaga, un paseo en en autobomba por toda esa ciudad bonaersense y reportajes por cuanto medio porteño paseó su figura, fueron el resultado de la trascendencia de su victoria en una carrera histórica para el Top Race.

"Estoy muy contento por haber podido ganar 'La Carrera del Año', la que todos quieren ganar. El triunfo tuvo una gran repercusión por el marco que hubo en el autódromo y por la importancia de la carrera. Me pone muy contento también volver a los primeros planos, era una de mis metas retomar el nivel que teníamos antes y por suerte lo pudimos conseguir, así que espero que de acá en adelante nada cambie y podamos seguir en este camino", dijo el conductor del Mercedes TRV6 número 77 del equipo Midas.

La noche después del triunfo, cuenta, fue especial. Quizás desde afuera podía imaginarse una noche a puro relax, intentando bajarle los decibeles a un fin de semana agitado, que terminó con la premonición de Alvarez cumplida. "Me tengo fe, voy a ganar", insistía desde los primeros días de la semana pasada.

"A la noche me fui a Arrecifes y tuve un recibimiento espectacular. Me esperaron con un autobomba y me llevaron a dar vueltas por el pueblo. También me recibió el intendente y después comí un asado con amigos para festejar el triunfo", contó un Alvarez que también tuvo un lunes intenso. Es que tuvo que volver a Buenos Aires para revivir sus sensaciones desde la mañana, en la radio Rock and Pop junto a Mario Pergolini, hasta bien entrada la noche, en Fox Sports junto a Eduardo Ruiz.

El anillo de oro que se llevo por ser el vencedor lo conserva como tesoro preciado, como recuerdo de una victoria imborrable en su memoria. En cambio, el Citröen C4 0km lo había prometido a sus mecánicos que le "hicieron el aguante cuando las cosas andaban mal". Y cumplió.

Apenas llegó el box tras recibir la llave simbólica del auto francés, se la entregó a "quienes fueron una parte importantísima en este resultado" y confesó que les dijo "esto es de ustedes". La victoria estaba consumada y el reconocimiento de parte del público, la prensa y los habitantes de su lugar en el mundo no tardaron en llegar. Estaba contento, todavía lo está y seguramente lo estará por mucho tiempo.

Leo Lucente | Prensa Top Race
Ezequiel Soto | Prensa Top Race